Sobre looks deportivos

28/01/2015

Aprovechando que he visto hoy a los Hispanos y el otro día un rato a los daneses voy a sacar el tema del estilismo de los deportistas, no sin antes hablar de los partidos en sí.

España se jugaba el pase a cuartos contra Túnez, subcampeona de África y equipo rocoso e incómodo. La victoria también suponía entrar al torneo preolímpico, aunque si no me falla la memoria llegando a semis o a la final supondría la presencia directa en Río 2016. Se esperaba un encuentro muy disputado, pero España dio una exhibición en defensa, Gonzalo Pérez de Vargas estuvo sensacional en la portería y el ataque tuvo casi infinidad de variantes, por lo que se llegó al descanso con 18-9. En un tiempo muerto solicitado por Cadenas, el entrenador español soltó una de esas frases que hacen historia: «Esto es territorio Hispano, por aquí no pasan», para pedir intensidad defensiva en un momento en el que los tunecinos habían conseguido goles en la zona de seis metros. En la segunda parte la cosa estuvo más floja, como era de esperar y aunque Túnez apretó, el marcador nunca corrió peligro. Hubo alguna decisión extraña, como la exclusión de Cañellas en una jugada en la que no estaba implicado, pero ni por ésas. Al final, 28-20 dejando una gran imagen.

El rival saldrá del Dinamarca-Islandia. Estuve viendo un rato a los daneses ante Rusia y tenían la buena pinta de costumbre. Por allí andaba pululando esa bestia parda llamada Mikkel Hansen y en el rato que lo vi, se sacó un par de cañonazos de la manga marca de la casa. Un tipo difícil de parar, capaz de decidir él sólo un partido, y el hombre ideal para el tema de esta columna. Hansen es un tipo que me cae bien por su gran talento como jugador, excepto cuando juega contra España, claro. Y además me identifico con él, pelo largo y barba, no muy poblada, que le hace destacar por encima del resto. Vamos, que unido a su físico le harían candidato ideal a un cameo en Vikings.

Y es que la cosa está mal en el mundo deportivo actual. Impera el estilismo CR7, cara de niño pseudo guaperas y cachitas, o el look hipster con barba híper poblada al estilo de uno de los Hispanos, Jorge Maqueda, o uno de los favoritos de la parroquia colchonera, Arda Turan. Para los que venimos del mundo rock y metal estamos casi sin referentes del estilo. La retirada de Puyol no sólo supuso un durísimo golpe para la defensa del F.C Barcelona y la selección, también fue un palo para los que somos partidarios de la abundancia capilar. La mata de pelo del defensa ilerdense era tan característica que hasta mi madre, que suda del fútbol, solía decir eso de «El pelos es el mejor». Tampoco contamos con uno de los melenudos más emblemáticos, Sébastien Chabal, otro que como Mikkel Hansen podrías visualizar hacha en mano montado en un drakkar. Los 191 centímetros de Chabal y los 196 de Hansen hacen de ellos unos tipos con los que no te gustaría cruzarte por la calle. Al francés le han hecho vídeos tributo al ritmo de Amon Amarth, BSO ideal gracias a al temática vikinga del quinteto sueco.

Esta uniformización de la imagen la vengo observando desde hace años en la vida real. El look clásico del metal quedó obsoleto con la llegada del grunge y salvo contadas excepciones, apenas tiene repercusión en el panorama musical mainstream. Por tanto, es más difícil que los jóvenes se aficionen al estilo y adopten su imagen. También tiene que ver la presencia de las marcas en el mundo futbolero. Vende más determinado tipo de imagen así que los patrocinadores no sólo se preocupan de contratar a las superestrellas, sino de cuidar la imagen de los mismos. ¿Alguien se imagina a Jorge Maqueda haciendo el anuncio de aquel producto japonés que anunció Cristiano? La verdad es que no. Igual que es Xabi Alonso el que anuncia Emidio Tucci y no el portugués, porque la prestancia que tiene el tolosarra le hace perfecto para el target al que se dirige la marca de moda. Si lo pensáis, un jugador como Puyol apenas aparecía en spots que no fueran de la selección o el Barça. Creo recordar que anunció natillas Danone, o Danet, o como carajo se llamen y puerta. La tiranía de las marcas y de la tele imponen sus criterios porque son quien mandan en el cotarro económico y así nos va.

Hay que decir que este tipo de imagen depende del deporte del que estemos hablando. No espero encontrarme un nadador de pelo largo o barbudo por razones obvias. También debe ser bastante incómodo competir en especialidades que requieren el uso del casco. Pero echo de menos que en competiciones donde se puede solventar el tema del pelo con una goma o una cinta aparezcan jugadores melenudos, así que cuando veo uno me hago seguidor. Si encima resulta que el tipo tiene tanto talento como Mikkel Hansen, miel sobre hojuelas. Eso sí, si Dinamarca se cruza con España en cuartos espero que Hansen no dé una a derechas.

Para acabar me voy a salir por la tangente, aunque no mucho teniendo en cuenta que vuelve a estar involucrado Cristiano Ronaldo, rey del estilismo que detesto. Hay un rumor que sitúa a la ya expareja de CR7, Irina Shayk, al lado de Dwayne Johnson, alias The Rock, con quien compartió pantalla en Hércules. Uno diría que tal rumor tiene visos de cierto cuando a Cristiano se le fue la olla y, confundiendo a Edimar con Dwayne, le arreó un par de patadas sin venir a cuento, por las que ya ha pedido disculpas en Twitter. A servidor le encantaría ver un CR7 vs. The Rock porque no tengo ninguna duda: por muy coreografiada que esté la lucha libre, Rocky acabaría con CR en un pispás. Y celebraría como locuelo un Rock Bottom a través de una mesa, aullando a lo Jim Ross Rock Bottom! Rock Bottom! Una imagen impagable.

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